Comunicado de prensa | 18 Sep, 2008

Antorcha ambiental cambió de manos

La Ceiba hondureña fue el escenario que acogió a los representantes de la Fundación Vida, organización ganadora del Premio Antorcha Ambiental 2008.

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Photo: Unidad de Comunicación

El trabajo en incidencia para el manejo integrado de los desechos sólidos en la cuenca binacional del Río Goascorán, fue el proyecto que le permitió a la Fundación recibir el Premio otorgado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Oficina Regional para Mesoamérica.

Al recibir el galardón la vicepresidenta de la organización, Analyda Melara, expresó “es para mí un honor como vicepresidenta de la Fundación Vida recibir este reconocimiento a nuestra gestión, aprovechando esta magnífica oportunidad para resaltar que hemos participado en este tipo de concursos encaminados a logros concretos”.

Blanca Herrera, Presidenta de la Junta Directiva Central del Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (CODDEFFAGOLF), quien ganó el Premio en el 2007 por sus acciones para la protección del Golfo de Fonseca, sus recursos naturales y el desarrollo sostenible con las y los pescadores, entregó simbólicamente la antorcha a Fundación Vida, asegurando que esta organización no dejará que la luz se apague y rescatando el compromiso de CODDEFFAGOLF en la lucha por el medio ambiente.

La Moskitia Pawisa Apiska, MOPAWI, y la Organización de Desarrollo Étnico Comunitario, ODECO, dos organizaciones también hondureñas, obtuvieron una mención honorífica por su trabajo en la defensa de los recursos naturales y de derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
“Ambiente es más que sembrar un árbol o liberar un animal. Trabajar por el ambiente en nuestros tiempos demanda integrar y respetar los derechos sociales, políticos, económicos y tradicionales de los distintos pueblos que conforman nuestra gran Centroamérica”, afirmó la Dra. Grethel Aguilar, Directora Regional de la UICN-Mesoamérica, al entregarle el reconocimientos a Atho Wood de MOPAWI y a Céleo Alvarez de ODECO.

Para Álvarez, Director de ODECO, esta mención es “un voto de confianza por parte de la UICN para seguir trabajando en la defensa de la tierra afrodescendiente. Es un acto simbólico y sumamente trascendental porque incluye y reconoce los esfuerzos y el trabajo a favor de la integración de los pueblos, abriendo con ello posibilidades para mejorar los niveles de desigualdad de las personas”.

 

Notas para los y las editores/as


Para más información y entrevistas, contactar:

Sylvia Chaves, oficial, Unidad de Comunicación
Teléfono: (506) 2241 0101; sylvia.chaves@iucn.org; www.iucn.org/mesoamérica


Sobre La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)

Creada en 1948, La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) reúne a 81 Estados, 120 agencias gubernamentales, más de 800 ONG y cerca de 10.000 especialistas y expertos de 181 países en una asociación mundial de carácter único. Como Unión, busca influenciar, alentar y ayudar a los pueblos de todo el mundo a conservar la integridad y la diversidad de la naturaleza, y a asegurar que todo uso de los recursos naturales sea equitativo y ecológicamente sustentable. La Unión es la red de conocimiento ambiental más grande del mundo y ha ayudado más de 75 países a preparar e implantar estrategias nacionales de conservación de la diversidad biológica.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es una organización multicultural y multilingüe con 1000 empleados establecidos en 62 países. Su sede se encuentra en Gland, Suiza.

La Oficina Regional de UICN para Mesoamérica, con más de 20 años de labor, agrupa a 80 miembros en 10 países. Su sede regional está en San José, Costa Rica.

www.iucn.org/mesoamerica