Artículo | 17 Jun, 2024

Cuidando a los conservacionistas

En una época de crisis climática y de biodiversidad, ¿cómo podemos cuidar nuestra salud mental? Coreen Grant investiga

Moke Lake Spending recreational time in nature can be hugely beneficial (photograph of Moke Lake, New Zealand)

 

Hace dos años y medio, un equipo internacional de investigadores llevó a cabo la primera investigación a gran escala sobre la ansiedad climática en los jóvenes, encuestando a 10 000 personas de entre 16 y 25 años en 10 países de todo el mundo.

Los resultados, publicados en la revista The Lancet Planetary Health, fueron reveladores. Casi el 60 % de los participantes declararon estar «muy» o «extremadamente» preocupados por el cambio climático, porcentaje que superaba el 90 % en países que ya están experimentando sus efectos de primera mano, como Filipinas. A escala mundial, más de la mitad de los encuestados dijeron sentirse tristes, ansiosos, enfadados, impotentes, desamparados o culpables, y más del 45 % afirmaron que sus sentimientos afectaban negativamente a su vida cotidiana.

Hay un miedo y una angustia constantes ante los impactos del cambio climático a los que se enfrenta mi país

El estudio arrojó luz sobre la creciente y global amplitud de la «ecoansiedad», un término general que abarca el estrés, la ansiedad y la depresión complejos que pueden surgir de una preocupación extrema por el medio ambiente. La ecoansiedad puede ir manifestarse desde el estrés leve a la depresión clínica, y la Asociación Americana de Psicología define el término como «miedo crónico a la fatalidad medioambiental».

Liz Willetts, coordinadora del Grupo Temático de Salud Humana y Gestión de Ecosistemas de la CEM de la UICN, afirmó que términos creados recientemente como ansiedad ecológica y «solastalgia» (melancolía o añoranza causada por el cambio ambiental) son «indicadores reveladores» de cómo los daños ambientales a gran escala están causando cada vez más trastornos mentales y emocionales negativos.

«Hay un miedo y una angustia constantes ante los impactos del cambio climático a los que se enfrenta mi país», afirma Precious Grace David, miembro de Youth Strike for Climate Philippines. Allí se suspenden actualmente las clases en las escuelas debido al calor extremo.

 

Camino hacia la comprensión

Una de las autoras del estudio sobre la ansiedad climática fue Caroline Hickman.

Caroline heckman Caroline heckman

Psicóloga del clima y profesora de la Universidad de Bath (Reino Unido), Hickman me cuenta que lleva más de 15 años inmersa en este campo de la investigación psicológica -y como terapeuta-, aunque sigue aprendiendo constantemente. «Si a la gente le cuesta saber cómo afrontar la ansiedad ecológica o cómo sentirse, sinceramente, no está sola, porque nadie sabe realmente cómo manejar este tema», admite, «es un trauma psicológico emergente, y por eso nuestros cerebros se tambalean como Bambi sobre el hielo».

Una de las cosas más importantes que hay que entender, según Hickman, es que no se trata de una enfermedad mental y que, aunque no conocemos todas las respuestas, hay cosas que sabemos que pueden ayudar. El primer paso, dice, es validar los sentimientos de ansiedad.

Los jóvenes crecen en un entorno desalentador, en el que a menudo se sienten frustrados y enojados porque los adultos no toman medidas.

Cuando se publicó el estudio de Hickman, esta recibió correos electrónicos de jóvenes «de todo el mundo, dándole las gracias por esa investigación, porque les hacía sentirse menos solos. Se sintieron escuchados, valorados y comprendidos».

 

La conservacionista SOLITARIA

Jessie Panazzolo es una conservacionista y bloguera de 31 años de Melbourne (Australia) que dirige el popular sitio web «The Lonely Conservationist». Panazzolo cree que uno de los motivos por los que su blog resuena entre otros profesionales es que la gente no suele recibir ayuda para afrontar el impacto emocional de su trabajo, a pesar de trabajar en primera línea de la destrucción del medio ambiente. Según The Handbook of Climate Psychology, escrito por la Climate Psychology Alliance, la ansiedad climática puede afectar a personas de todas las edades, pero suelen sentirla con más fuerza los jóvenes, los primeros en responder a los desastres naturales y los científicos y activistas medioambientales, que están más expuestos que la mayoría a la información sobre la amenaza.

Gestionar el blog ha ayudado a Panazzolo a superar su propia ansiedad. Antes pensaba que su trabajo nunca sería suficiente para influir en el mundo natural, sobre todo cuando veía a la gente hacer su vida sin preocuparse por el medio ambiente. El blog le ha permitido conocer a la inmensa cantidad de gente que trabaja en conservación en todo el mundo. «Me hizo darme cuenta de que no tengo que llevar el peso del mundo sobre mis hombros. Me preocupo por la conservación de los conservacionistas: esa es mi función y voy a hacerlo bien».

Prech Dave

Los miembros de Youth Strike for Climate Philippines también dicen que unirse ha transformado su perspectiva y les ha dado esperanza.

Precious Graze David dice: «Estas cosas que hago (no importa el tamaño) y la gente con la que trabajo me ayudan a aliviar el sentimiento de desesperanza, me reconfortan en los momentos en que me siento abrumada».

Hold This Space

En 2022, el Imperial College de Londres trabajó con científicos medioambientales, psicólogos y jóvenes para diseñar Hold This Space, una herramienta digital para ayudar a las personas a desarrollar habilidades para afrontar la ansiedad y ser resistente a ella. También están apareciendo sitios web similares en otros países, como Climate Feelings Space, gestionado por Psychology for a Safe Climate en Australia, o Good Grief Network en Estados Unidos.

Además del apoyo psicológico, Panazzolo añade que es importante recordar el poder de pasar tiempo en la naturaleza. «Creo que a veces nos cuesta acordarnos, cuando estamos en plena crisis, de simplemente salir a la naturaleza y disfrutarla».

Innumerables estudios demuestran los beneficios de la naturaleza para la salud física y mental, y cada vez hay más organizaciones que ayudan a la gente a disfrutarla al máximo.

En las Tierras Altas de Escocia, el Servicio Nacional de Salud (NHS) dirige una Asociación de Salud Verde, cuyo objetivo es reducir las desigualdades sanitarias mediante una mayor conexión con la naturaleza. Uno de los principales mensajes de la iniciativa es que pasar tiempo en la naturaleza no tiene por qué implicar escalar montañas; un paseo por el parque local o cultivar un huerto en el alféizar de la ventana pueden tener un efecto mental positivo.

En última instancia, este tipo de ansiedad es un síntoma que sufren las personas que quieren cambiar el mundo, y eso es algo que hay que valorar y canalizar hacia un cambio positivo. Sacha Wright es investigadora de Force of Nature, una organización que ayuda a las personas a transformar su ansiedad climática en acción. En declaraciones al Museo de Historia Natural de Londres, Wright aconseja compartir los sentimientos con personas afines, buscar historias positivas y dividir la acción personal en pequeñas parcelas.

«Cuando te sientas impotente, céntrate en lo que está bajo tu control y da pequeños pasos en la dirección correcta», aconseja.

«A menudo, la motivación sigue a la acción, y no al revés. Cuanto más haces, más ves que puedes hacer».

Hay otras areas de la UICN que también trabajan sobre la salud y la naturaleza.

Entre ellas figuran:

Red de Salud y Bienestar de la CMAP de la UICN

Grupo de Especialistas en Salud de la Fauna Silvestre de la CSE de la UICN

Resolución reciente y relevante de la UICN:

• WCC 2016 Res 064