Discurso | 03 Dic, 2023

El discurso de alto nivel de una joven indígena kichwa en la COP28 llama a los líderes mundiales a defender los derechos de los pueblos indígenas

En el evento de la Presidencia de la Cumbre Mundial de Acción Climática de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), organizado por S.E. Razan Al Mubarak, Presidente de la UICN y Defensor de Alto Nivel de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en la COP28, el discurso de los Pueblos Indígenas pidió el respeto de sus derechos territoriales y la plena participación en las negociaciones sobre el clima.

María José Andrade Cerda es una joven indígena de la comunidad kichwa de Serena, en Ecuador. Pertenece a la Yuturi Warmi, la primera guardia de mujeres indígenas de la provincia de Napo organizada para defender su territorio en la Amazonia ecuatoriana. También forma parte de la Runa Yachay, una escuela comunitaria dirigida por jóvenes indígenas. Dirige el área de desarrollo económico y comunitario en el consejo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), organización afiliada a la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

María José también dirige el Consejo de Juventud de la Federación de Organizaciones Indígenas del Napo (FOIN), que busca la integración de los jóvenes indígenas en los espacios de toma de decisiones. Trabaja en la promoción del Foro Internacional de Jóvenes Indígenas sobre Cambio Climático para lograr una mayor participación de los líderes juveniles indígenas en la CMNUCC. Esta plataforma de jóvenes indígenas es un espacio legítimo bajo el caucus de los Pueblos Indígenas sobre cambio climático y permite una participación real con relevancia intergeneracional e intercultural.

En el evento de la Presidencia de la Cumbre Mundial de Acción Climática de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), organizado por S.E. Razan Al Mubarak, Presidente de la UICN y Representante de Alto Nivel de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en la COP28, María José pronunció un discurso de alto nivel de parte de los Pueblos Indígenas a los líderes mundiales, compartiendo poderosas historias y sabiduría, haciendo hincapié en el papel vital de los conocimientos y prácticas indígenas en la preservación de la biodiversidad, y el papel de las mujeres en la transmisión de estos conocimientos. Hizo un llamamiento a los responsables de la toma de decisiones para que aporten "su grano de maíz hacia el uso sostenible, la gestión y la conservación de los recursos naturales y culturales, reconozcan nuestros derechos sobre nuestros territorios, garanticen la plena participación efectiva de los Pueblos Indígenas en las negociaciones y respeten el Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI)".

Véase su declaración completa:

Kawsankichu tukuykuna, 

Mi nombre es Majo Andrade Cerda, soy del pueblo indígena Kichwa de Serena en Ecuador.

Reciban un saludo de los pueblos indígenas que cohabitamos las 7 regiones socio culturales del mundo. Hoy, mis palabras expresan el sentir de mis ancestros, de nuestros pueblos, niñas, jóvenes, mujeres y hombres indígenas quienes seguimos conviviendo de forma armónica con nuestra madre naturaleza y el universo.

Hoy también soy la voz de mi abuela quien me enseñó la sabiduría de nuestra cultura y de la madre naturaleza. Junto a ella aprendí que el vuelo agitado de los suyu pishkus significa que una lluvia torrencial se acerca, estas son aves que nos dan señales del clima y las que nosotras interpretamos como señales de alerta temprana que nos permiten adaptarnos al cambio climático. 

Nuestras practicas y conocimientos indígenas se basan en nuestra cosmovisión, en nuestro sistema del buen vivir, de convivencia armónica con la madre naturaleza. Nuestros pueblos milenariamente nos hemos dedicado a vivir en equilibrio y armonía, a observar el comportamiento de la biodiversidad, de los animales, los ciclos de vida de las plantas, los flujos del agua. De esta manera, hemos aprendido a respetar todos los tiempos que la madre naturaleza necesita para regenerarse.

Al igual que mi abuela, todas las mujeres sabias de los pueblos indígenas, han tomado el rol de facilitadoras de transmisión de este conocimiento de generación a generación. A través de estas enseñanzas nuestros pueblos aprendieron la importancia de observar y respetar la madre naturaleza, ya que así vamos formando una relación de reciprocidad y cuidado mutuo. En nuestra convivencia territorial este es un principio fundamental y se ejerce de manera colectiva. 

Los Pueblos Indígenas hacemos un llamado a la COP28 y a cada uno de ustedes para que aporten su grano de maíz al uso y manejo sostenible y conservación de los recursos naturales y culturales. 

A reconocer y respetar nuestros derechos, nuestros territorios.  

A garantizar una participación plena y efectiva de los Pueblos Indígenas en estas 

negociaciones, y al acceso directo de recursos financieros adecuados para ser parte de la implementación de los resultados. 

A respetar nuestro derecho al consentimiento previo, libre, e informado a que lo que se acuerde en el marco de esta COP esté en consonancia con la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas. 

En el tema de pérdidas y daños es clave reconocer que si seguimos dañando la madre naturaleza nosotros somos los que perdemos. Es por eso que, en el fondo de pérdidas y daños, los Pueblos Indígenas debemos tener participación en el consejo directivo y así garantizar el acceso directo a estos fondos. 

Los Pueblos Indígenas instamos a que durante las negociaciones que ustedes lideran en esta COP28, sitúen en el centro de la acción climática a la naturaleza, las personas, las vidas y los medios de vida.  Ya no hay más tiempo que perder en discursos. Es tiempo de actuar y para ese actuar les llamo a unirse de manera colectiva y ofrecer resultados que verdaderamente sean para el bien de la Madre Tierra y toda la humanidad. 

Como nos enseña el sagrado libro Maya, el Popol Vuh, "Que todos se levanten, que nadie se quede atrás, que no seamos ni uno ni dos de nosotros, sino todos". 

Pakarachu, yupaychani.